Encender la luz.


Encender la luz.

Cientos de veces, querer despertar de alguna horrible pesadilla, y buscar ese objeto salvador, buscar apresuradamente el interruptor que envuelva la habitación de una luz casi espiritual y que te saque de golpe de ese lugar donde lo absurdo y lo inverosímil reinan.

Buscarlo con tal desesperación, que arrasas con todo lo que hay de por medio, para al fin encontrarlo, palparlo y pulsarlo, para darte cuenta y mas desesperación de que no funciona. El pequeño objeto que debería funcionar con un simple click, no lo hace, y no es lógico, porque en casa siempre hay luz, no  ha podido haber un corte, ningun interruptor funciona, y sigues atrapado en tu agonía onírica, solo para darte cuenta de que sigues soñando, solo que ahora despierto y consciente.


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