El gato de Koudelka


El gato de Koudelka.

Indiferente Satanás me observa desde los ojos verdes de mi gato y yo le devuelvo la mirada.

Me pregunta que si me apetece un té, yo por supuesto acepto. Mientras tanto me habla de la crisis que vivimos actualmente a nivel global, tiene unas ideas un tanto locas, aunque yo le escucho con 
atención, se que me miente, siempre lo hace.

Me despierto agónico, y sobresaltado.
 En la mesita del salón hay dos tazas de té, 
una es mía, la otra de nadie.
 Y no tengo gatos.

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